Lo bueno que tienen esas noches infernales de calor en las que no se puede dormir, es que apetece estar al raso, y son ideales para practicar fotografía nocturna.
Estas las realicé en la Atalaya de la Moraleja en una salida con unos compañeros. La verdad es que me da miedo ir a ciertos lugares sola de noche, así que las ocasiones que tengo de ir acompañada intento aprovecharlas al máximo.
Están realizadas completamente a oscuras, y la iluminación de la torre y demás efectos se hace mediante la técnica de Light Painting. Y la última es una circumpolar concéntrica, en cuyo centro está la Estrella Polar, que a estas alturas de la película, ya no me cuesta ningún trabajo localizarla en el cielo!
SALUDos y besos.
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